Comentario y comparación de dos secuencias:

El acorazado Potemkin (1925). Sergei Eisenstein.
La escalera de Odessa
Los intocables de Elliot Ness (1987). Brian de Palma.
La escalinata de la Union Station

Cabe destacar que las dos son buenas películas, aunque teniendo en cuenta la época y los medios con los que contaba, la primera de ellas merece un especial reconocimiento ya que en esta determinada secuencia que vamos a analizar, observamos un despliegue total de las posibilidades de dotar de ritmo y sentimientos a la imagen a través del montaje. Hay muchas diferencias entre las dos secuencias, algunas de ellas evidentes ya que con el tiempo, el cine ha evolucionado, por ejemplo en la obra maestra de S. Eisenstein, los personajes no toman un valor unipersonal, es decir son representaciones aisladas de estereotipos, que se centran más en el trasfondo de lo que representan que en la propia persona, esto se produce además por que la cinta era financiada por el régimen comunista, y tenía unos fines propagandísticos. Así mismo en Los intocables de Eliot Ness, el propio título ya hace referencia al personaje principal y mas relevante, esto es así porque hace ya mucho, desde el Star System, es importante que los actores sean conocidos, intentando asegurarse el éxito. Este comentario viene a decir que mientras en la 1º nos encontramos incluso con planos en los que a los sujetos no se les ve el rostro (3/4 hacia abajo), en la 2º esto no da a lugar. Vemos una gran maestría de metáforas en la imagen de las sombras de los soldados zaristas que avanzan sin piedad hasta la madre con el hijo en brazos, dando a entender la superioridad y sangre fría de estos en contra del pueblo. Mientras que en el 2º film la buena voluntad del protagonista (padre en el contexto de la película) sale a relucir, pese a estar en una acción de mucho estrés intentando ayudar a la señora con su carro. En cuanto a la manera de dilatar el tiempo fílmico con respecto al tiempo real, en la 1º se realiza mediante la sucesión rápida de planos, primando los primeros planos muy expresivos (mano pisada del niño, rostro de las dos madres), y los planos con movimiento perpendiculares que producen una gran sensación de ritmo al espectador, al contrario la 2º, mantiene el pulso fílmico principalmente mediante el sonido también como la 1º con la música, pero además acentuando algunos detalles( primeramente el silencio roto por el llanto del bebe, que predispone al espectador ante los acontecimientos, el altavoz que anuncia las llegadas a la estación, también el reloj es un buen enlace hasta la acción que se va a desarrollar, y como no de forma genial, esa alternancia muy marcada de las ruedas del carro golpeando la escalinata y los disparos).

Pero la principal diferencia es que de Palma utiliza la ralentización de la imagen para extender la acción. Una diferencia entre ambas, es el uso del zoom, que el director americano usa continuamente, los cuales caben resaltar, el que se produce justo antes del 1º disparo entre el protagonista y uno de los gánster, en el que las miradas son penetrantes, y también el que hay hacia el revolver del actor (Andy García) en el ultimo disparo. Entre medias del tiroteo se produce la muerte de un par de marineros, mas como homenaje a eisenstein que por otra cosa, ya que aparecen de la nada. En las dos apreciamos gran variedad visual, (planos cenital, gusano,…) cada uno usado para su debida función, por ejemplo el picado a la madre, da un símil de inferioridad representado por el pueblo, que finalmente se alzara con la victoria.. Uno de los grandes aciertos de la obra maestra de Eisenstein es la utilización, junto a su operador E. Tisse, de todo tipo de objetivos, primando el teleobjetivo para los primeros planos dando realidad e importancia al rostro con respecto a su entorno y el gran angular para los planos generales.

Como conclusión y opinión personal decir que la obra de Eisenstein merece un reconocimiento eterno, así como la secuencia de Brian de Palma me parece que esta llevada con gran brillantez, sobre todo los tiempos, la forma de jugar con los sonidos (música), y algunos tiros de cámara y juegos con el zoom que me parecen muy buenos. Exceptuando algunos detalles algo irrealistas, como el lanzamiento del revolver a la mano del compañero, o uno de los gánster que mata y en pleno tiroteo sostiene un cigarro en la boca. Salvo estas excepciones me parecen dos grandes directores que lo demuestran en estas dos cintas.

AUTOR: JUAN SALVADOR HERRÁN